Jimmy Carter y su aporte en Latinoamérica
El expresidente de Estados Unidos murió a los 100 años y aunque en su mandato realizó contribuciones importantes en materia de derechos humanos también fue ampliamente cuestionado por la falta de gestión en la economía.
“Con su compasión y claridad moral, trabajó para erradicar enfermedades, forjar la paz, promover los derechos civiles y humanos, promover elecciones libres y justas, albergar a las personas sin hogar y siempre defender a los más desfavorecidos. Salvó, ayudó y cambió la vida de personas de todo el mundo”, así describió el jefe de estado de Estados Unidos, Joe Biden a Jimmy Carter y lamentó su muerte.
De igual manera, el presidente electo, Donald Trump coincidió con el mandatario saliente y explicó que, “los desafíos que enfrentó Jimmy como presidente llegaron en un momento crucial para nuestro país e hizo todo lo que estuvo a su alcance para mejorar las vidas de todos los estadounidenses. Por eso, todos le debemos una deuda de gratitud”.
La conciliación y la serenidad para enfrentar los inconvenientes por los que atravesaba el país en ese momento fueron características que hoy ponen en un punto en común a los dos líderes norteamericanos y es que la gestión de Carter durante 1977 y 1981 estuvo marcada por distintos matices, positivos y negativos, pero siempre teniendo en cuenta la paz y los derechos humanos.
En ese momento, el mundo atravesaba por el rezago que había dejado la Segunda Guerra y se enfrentaba a la tensión de la Guerra Fría, la disputa por un modelo socioeconómico ponía a las partes a defender distintas visiones; mientras un bando defendía el capitalismo, el otro prefería el comunismo.
Carter, lideró aquella época de manera pacífica con estrategias que frenaban el uso de armas como, por ejemplo, el tratado Salt II cuyo propósito inicial era establecer límites amplios a los sistemas de armas estratégicas ofensivas, comenzar el proceso de reducción de vehículos de lanzamiento nuclear e imponer restricciones a los avances cualitativos que pudieran amenazar la estabilidad futura.
El expresidente nació en Georgia, entre cultivos de maní campesinos y negros. Su cercanía con la comunidad inmigrante, hispana y toda aquella que no fuera estadounidense era notable, tanto así que durante su mandato aumentó la diversidad, nombró a más “mujeres, afroamericanos e hispanos para puestos de magistrados y de alto nivel que todos sus 38 predecesores juntos”.
De igual manera, fue un defensor absoluto de la democracia y en América Latina no fue la excepción. Su apoyo y cooperación internacional fueron determinantes en países como Argentina, Chile y Nicaragua pasaban por coyunturas políticas y de represión difíciles.
Durante la dictadura de Pinochet, la de Videla y la revolución sandinista, Carter pronunciaba discursos basados en la “protección de los derechos humanos, se comprometió a poner fin a la tradición del intervencionismo estadounidense en América Latina y ofreció apoyar el desarrollo de la democracia mediante la cooperación multilateral”, así lo afirma el sitio web de historia del departamento de estado de Estados Unidos.
Su aporte en Latinoamérica fue tan considerable que impulsó y logró un acuerdo con el entonces presidente panameño y general Omar Torrijos firmando los tratados Torrijos-Carter, pacto denominado por los panameños como “un hito que marcó la historia de nuestro país al coronar el esfuerzo de múltiples generaciones por alcanzar nuestra plena soberanía y por aprovechar en todo su potencial el recurso estratégico de nuestra posición geográfica”.
Aunque su mandato fue hace más de 40 años, el también nobel de paz fue uno de pronunciarse sobre la necesidad de implementar una política energética para aliviar crisis futuras, “nuestra decisión sobre la energía pondrá a prueba el carácter del pueblo estadounidense y la capacidad del presidente y del Congreso para gobernar esta nación. Este difícil esfuerzo será el ‘equivalente moral de la guerra’, con la diferencia de que uniremos nuestros esfuerzos para construir y no para destruir”.
Su interés por conservar mejores relaciones con el centro y el sur de América fue evidente en comparación con otros mandatarios. Fue el primer presidente en visitar la isla de Cuba y su llegada tuvo el propósito de mejorar las relaciones internacionales con el país, luego de los años de hostilidad que se padecieron en 1959 a causa de la Revolución Cubana y se activaron algunos acuerdos que permitieron el restablecimiento de vuelos comerciales y el envío de remezas.
El propósito de Cárter de implementar mejores y mayores alianzas internacionales basado en la defensa de los derechos humanos, estuvo permeada por la poca gestión económica que direccionó al país a un fenómeno denominado “estanflación”, o sea alta inflación y estancamiento económico. Igualmente, su liderazgo también se vio cuestionado por la crisis de los rehenes en Irán.
Jimmy Carter murió el 29 de diciembre a sus 100 años, sus hijos lamentan la pérdida y explican que “el mundo es nuestra familia por la forma en que unió a las personas, y les agradecemos por honrar su memoria al seguir viviendo estas creencias compartidas”. Habrá ceremonias públicas en Atlanta y Washington, DC, seguidas de un entierro privado en Plains, Georgia. El cronograma será publicado en https://jtfncr.mdw.army.mil/statefunerals/ .