De 193 países en el mundo, sólo 26 son dirigidos por mujeres
El intento de las mujeres para llegar a presidir países o lograr posicionarse en cargos presidenciales todavía es una lucha constante. La Organización de Naciones Unidas asegura que más de 100 estados nunca han sido gobernados por una mujer.
Luego de la victoria de la presidente mexicana, Claudia Sheinbaum, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entregó un informe en el que detalla la participación de la mujer en la política y su posibilidad de ser dirigente. Aunque las cifras van en aumento, el panorama no es alentador.
En la actualidad, el mundo cuenta con 193 países que son estados miembros de la ONU razón por la cual ocupan un asiento en la Asamblea General. De esos casi 200 países, tan solo 26 de ellos son dirigidos por mujeres lo que indica que las mujeres siguen disputando los puestos en el poder, pero la exclusión permanece.
De acuerdo a las cifras entregadas por la Organización Internacional solo el “23% de los puestos ministeriales están ocupados por mujeres y en 141 países representan menos de un tercio de los ministros. Siete países no tienen ninguna mujer en sus gabinetes”.
De igual manera, el reporte explica que aquellas mujeres que logran hacer parte de algunos ministerios, frecuentemente lideran todo lo relacionado con igualdad, familia, niñez, temas sociales y de minorías, pocas veces la responsabilidad es otorgada para llevar las riendas de carteras presupuestales, de asuntos políticos, defensa o justicia.
La ONU explicó que cuando las mujeres tienen participación legislativa la toma de decisiones es más amplia y objetiva, en ese sentido, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous dijo que el “trabajo se guía por la convicción de que cuando las mujeres lideran, el mundo es mejor para todas las personas y para el planeta”,
No obstante, Naciones Unidas también enfatiza que además de la exclusión, la violencia contra las mujeres en política sigue siendo un problema grave u recurrente.
“Esta violencia no solo atenta contra los derechos humanos fundamentales de las mujeres, sino que también supone una seria amenaza para su participación en los procesos políticos. Crea un entorno hostil que disuade a las mujeres de entrar en política o expresar sus opiniones, socavando en última instancia su capacidad de contribuir plenamente a la sociedad”, precisa el informe.
FUENTE: ONU